En el verano de 2018, Felix decidió dar un gran salto: dejó Alemania atrás y se mudó a México para empezar un nuevo trabajo. Lo que no sabía era que apenas en su segundo día en el país, entre calles bulliciosas y aromas de mezcal, conocería a Claudia. Esa noche, en la Ciudad de México, compartieron risas, mezcalitos y, sin saberlo, comenzaron a escribir una historia que cambiaría todo.

La aventura, sin embargo, no fue color de rosa desde el principio. Para Clau conseguir trabajo no fue sencillo, el cielo alemán parecía tener solo un tono de gris, y la ausencia de tacos, salsas y buen mezcal se hacía sentir. Después de un par de mudanzas, el mapa los llevó finalmente a Berlín, donde encontraron un lugar para llamar hogar.

Con el tiempo, nuevos amigos, viajes inolvidables y visitas anuales a México fueron enriqueciendo cada página de su historia. Cada regreso a casa era una recarga de amor, comida y sol —todo lo necesario para seguir escribiendo su historia juntos.